Siempre que estoy disfrutando de algo, sobretodo cuando estoy en la presencia de Dios, vienen a mi mente las personas que no están ahí conmigo. Es inevitable pensar en aquellos con los que me gustaría compartir todo lo que Dios hace en mi vida. Sin embargo, esto no es motivo de tristeza, sino de esperanza.
Comprendí que los tiempos de Dios no son iguales a los nuestros, pero Él sigue siendo fiel. No importa cuánto tiempo pase, debemos seguir confiando en que Él hará las cosas de la mejor manera.
Sé que algún día voy a ver a todos mis seres queridos rendidos ante Dios, derramando sus corazones en su presencia, disfrutando y compartiendo esta PASIÓN, estas ganas de cumplir eso para lo cual fui creada, ese motivo por el que nací.
No vas a entenderlo hasta que lo vivas. Jesús quiere llenar tu vida, Él tiene lo mejor para darnos. Nada llena más el corazón, nada hace más feliz a alguien que cumplir el propósito por el que estás en esta tierra. Dios sabe todo lo que necesitás, y ya lo tiene preparado, depende de vos querer recibirlo.
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