No puedo ser lo que vos querés, ni lo que nadie más quiere, porque para serlo tendría que dejar de ser como yo quiero. Y sinceramente, no quiero. Me gusta como soy, siempre me gustó, aunque hay cosas a mejorar, la esencia de uno es una elección. Si me cambiás dejo de ser yo. Si me llamás diferente, no me hablás a mí.
Puse delante de tus ojos todo lo que soy, las cosas en las que consiste mi ser, y me dijiste que estabas de acuerdo. Te gustaba, me elegías, yo te alcanzaba. Ahora no te alcanzo, querés otra cosa que no está en mí. Yo no cambié, lo que soy sigue aquí y no se fué. Entonces por qué, así como así, cambiaste de parecer? Yo a vos te elegí, me enamoré de tu ser. Que sintieras lo mismo, o eso demostraras, eso me hace a mí felíz.
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