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lunes, 21 de enero de 2013

"Dame la mano y vení, que te enseño a perder"

Muy a nuestro pesar, la reputación que acarreamos suele ser de suma importancia en nuestras vidas. Sin embargo, con frecuencia, nuestros esfuerzos por mantener una reputación "limpia" son en vano; el afán por dar una buena imagen o ser de determinada manera frente a "los demás" se desvanece cuando aun siendo buena persona y conservando la postura, llegan "los demás" a inventar cualquier tipo de calumnias sobre nuestras vidas. Ahí es cuando comienza el verdadero desafío, se presentan dos opciones: mandar todo al caramba y dejar de esforzarnos por construir un buen testimonio, o seguir en pie, firmes y adelante, respaldando nuestras palabras con acciones y dando una imagen transparente, sincera, sin rodeos y sin dobles intenciones...
Optar por la segunda opción es mas complicado, porque uno enfrenta la frustración de esforzarse y no ver los resultados inmediatamente, y esa terrible impotencia al ver que quieren sabotear nuestras acciones inventando novelerías e intentando embarrar nuestro nombre.
Pero no todo está perdido! Tenemos que quedarnos bien tranquilos en cuanto a los resultados de nuestro esfuerzo...
Así dice una canción: "Bajá un poquito la vista, no te olvides que la parca también te anotó en su lista".
Así dice la Biblia: "Jehová, pues, será juez, y él juzgará entre tú y yo. Que él vea y sustente mi causa, y me defienda de tu mano." (1 Samuel 24:15).
Esto quiere decir que ninguno zafa del juicio final... será cuestión de empezar a hacer las cosas bien conscientes de que el único en condiciones de juzgarnos es Dios, y Él se encargará de recompensarnos (o no), conforme a nuestros esfuerzos y nuestras acciones.
Asíque a no desesperar si vemos que quieren difamarnos o hacernos daño de cualquier forma, porque "Dios pesa los corazones".

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